Su cuñado siempre la molestaba al frente de su hermana, pero siempre le dejó en claro que no quería nada con él. Le decía que la respetara a ella y su esposa, porque para ella fue una falta de respeto.
La hermana escuchaba todo lo que su esposo le decía a la Palomita, pero solo miraba y sonreía, y le decía que no le hiciera caso. Pero la mujer le decía que no tenía porque hacer eso.
A la Palomita le molestaba porque no era solo una vez, fue varias veces que le tiraba entre talla y talla, y después que falleció su hermana ahí fue más fuerte. Pero un día logró convencerlo de que parara de molestarla.