Lucy Avilés Hernández: La chilena que financió el millonario arriendo del Supertanker

Conoce aquí la historia de la solidaria mujer.

Lucy Avilés Hernández, una chilena de 41 años que reside en Estados Unidos, fue la encargada de enviar y financiar el millonario arriendo del Supertanker, un boeing 747-400 que viajará desde Colorado para ayudar a combatir los incendios forestales de la zona centro sur de nuestro país.

La noticia se dio a conocer a través de redes sociales, cuando Lucy pedía ayuda para que el Gobierno chileno autorizara la llegada del avión. Su buen gesto llamó la atención de muchas personas, y varios querían saber quién es la chilena detrás de este financiamiento.

Avilés vive hace varios años en Estados Unidos y está casada con Benjamín Walton, un arquitecto norteamericano, quien es nieto de Sam Walton, el fundador de la cadena de supermercado Walmart. Psicóloga de profesión, Avilés nació en Santiago, y cuando era pequeña nació su interés por ayudar a los demás.

A su esposo lo conoció cuando él vino a Chile con su primo a practicar un deporte extremo y ella andaba con una amiga, y aunque al principio cuando lo vio no le gustó, al siguiente día el hombre la «flechó». Después de tres meses supo que Benjamín era familiar de los Walton, pero lo que marcó la fuerte conexión entre ambos, fueron los valores y las ganas de querer ayudar al prójimo.

Lucy y Benjamín viven en Estados Unidos, pero ella siempre está pendiente de lo que pasa en Chile, es por eso que cuando supo de la tragedia decidió hacer algo. La mujer contactó a la Conaf para preguntar cómo podía ayudar, pero no le dieron una respuesta concreta. Así que decidió contactarse con un amigo chileno que trabaja en aeronáutica, quien le recomendó contactarse con la empresa Global Supertanker, la que arrienda los boeing 747-400.

Pero una mala noticia recibió Avilés, porque aunque el boeing estaba listo para partir el lunes, la Onemi les dijo que el avión no servía por la geografía de Chile. Pero de todas formas la chilena espera que autoricen la llegada del avión, que las autoridades sepan dar buenas direcciones a los 12 tripulantes que viajaron, que llegarán en la madrugada de este miércoles, para que trabajen en conjunto con la Onemi, Conaf y Bomberos.

El matrimonio, a través de su fundación Viento Sur, donó dos millones de dólares para trasladar el avión a nuestro país y para costear su funcionamiento por cinco a seis días de trabajo.


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