Un gran éxito ha tenido la teleserie nocturna de Canal 13 «Pacto de Sangre», que desde hace algunos capítulos, comenzó su recta final. Pero detrás de este gran resultado con la audiencia, se esconden algunos altercados y problemas que involucran al elenco, productores y el equipo de grabaciones en general.
Así es como lo revela un artículo publicado en La Tercera, donde se exponen algunos de los conflictos que se han desarrollado detrás de cámara, a lo largo de la teleserie.
La guionista de la telenovela, Catalina Calcagni y el director, Cristián Mason, contaron detalles de los procesos de creación, producción y grabaciones.
Entre ellos, la inspiración que tomaron del caso Spiniak para construir la intriga central y el personaje de Benjamín, «el Señor Rojo», interpretado por Álvaro Espinoza. «El caso Spiniak lo leímos completo», contó Calcagni, quien optó por «sugerir más que mostrar, y nada grotesco, porque Benjamín es muy pulcro».
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En tanto, el personaje de Trini (Ignacia Baeza) tuvo una inspiración directa en el de Reese Whiterspoon en la serie Big little lies, por lo que se contemplaba a una actriz de mayor edad, como Antonia Zegers. Pero se optó por Baeza, quien «le dio carácter» y «mejoró lo que pensamos de Trini», en palabras de la guionista.
Durante el transcurso de la historia se pensó en distintos giros argumentales, como la muerte de Feliciano, el detective encarnado por Álvaro Gómez, en manos de los cuatro amigos protagonistas que lo raptaban y asesinaban, decisión que «en algún momento se le dijo a Álvaro», según contó Mason. «Eso cambiaba todo y lo descartamos, como también al principio Feliciano era compañero de colegio de ellos», confidenció Calcagni. Igualmente se barajó la posibilidad de que Gabriel (Pablo Macaya) tuviera un romance con Carmen (Tamara Acosta), idea que se descartó porque «meterse con la mamá de la chica muerta era demasiado maldito».
Otras anécdotas que salieron a la luz en la entrevista fueron el origen del icónico «gorro de Marco» y de la adicción a la cocaína del personaje, ambas sugerencias del propio Néstor Cantillana, o la asesoría a los guionistas de la actriz Nancy Paulsen, recordada actriz de telenovelas ochenteras como «Bellas y audaces» y hoy dedicada a la psicología, para la construcción de los personajes. Su figura «fue clave para explicarnos los grises que hay en cada persona», señaló Mason.
También se reveló el día de furia de Loreto Aravena, quien detuvo una grabación exigiendo que se hiciera de nuevo porque su cuerpo aparecía cortado de cuadro «y casi no se veía», lo que derivó en una áspera discusión con Mason delante de todo el equipo, quien sin embargo decidió grabar la escena cómo él estimó conveniente.