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Las altas temperaturas se viven con fuerza en gran parte de Chile. Es por ello que desde mediados de diciembre, los termómetros han marcado cifras elevadas y, con la llegada oficial del verano, especialistas advierten que las olas de calor serán cada vez más frecuentes.
Un dato que lo confirma: la reciente Navidad fue la segunda más calurosa de los últimos 25 años, con termómetros que superaron los 34 grados.
Frente a este escenario, es clave aprender a reconocer cuándo el calor deja de ser solo una incomodidad y pasa a ser un riesgo para la salud.
El golpe de calor es una de las principales amenazas durante estos episodios extremos y puede afectar a cualquier persona, especialmente a niños, adultos mayores y quienes realizan actividades al aire libre.
Estas son las señales de alerta que no debes ignorar
Un golpe de calor suele manifestarse con fiebre muy alta (sobre 40°C), piel caliente y enrojecida, confusión, mareos, dolor de cabeza, náuseas, pulso acelerado y, en casos graves, desmayos o convulsiones. Detectarlo a tiempo puede marcar la diferencia.
¿Qué hacer si alguien presenta síntomas?
- Traslada a la persona de inmediato a un lugar fresco
- Enfría su cuerpo con agua fría, ducha o toallas húmedas
- Abanícala mientras la mojas para acelerar el enfriamiento
- Aplica compresas frías en cuello, axilas e ingles
- Si está consciente, ofrécele agua o bebidas con electrolitos, sin alcohol ni cafeína
- Si no respira o no reacciona, inicia reanimación cardiopulmonar y solicita ayuda médica urgente
Recomendaciones extra
Evita exponerte al sol en las horas de mayor calor, hidrátate constantemente y usa ropa liviana. Pequeñas acciones pueden evitar consecuencias mayores.
El verano llegó con fuerza y cuidarse del calor ya no es una opción, sino una necesidad.
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