Todo un éxito fue la presentación del argentino Luciano Pereyra este miércoles, cerrando la cuarta noche del Festival que estuvo marcada de romanticismo.
Y que el artista trasandino este en Viña 2020 como artista y jurado, se debe agradecer no solo por el renombre que ha tomado Luciano, también por su historia de vida.
Fue en 2010 cuando Pereyra tuvo que ser internado por divertículos en su esófago. Y a los los pocos días contrajo una infección intrahospitalaria, por lo que debió ser operado varias veces.
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Luego, en 2011 se sometió a una operación por un trastorno motor del esófago interior, situación que lo hizo perder 14 kilos y lo mantuvo aislado en una habitación en una clínica.
Tras esto, Luciano Pereyra se recuperó y retomó su carrera, incluso lanzando un nuevo disco.
Pero fue en 2016 cuando recayó nuevamente por problemas en su esófago, además de una neumonía.
En 2018 confesó en una entrevista que “estuve otros 35 días internado. Me indujeron un coma farmacológico y fue duro de verdad. Se había abierto la herida de manera interna, una fístula; eso se fue al pulmón, creó neumonía y me agarré un virus intrahospitalario. Era una atrás de la otra”.
Por fortuna, todo esto ya es parte del pasado y ahora Luciano se encuentra sano y recibiendo todo el cariño de la gente en Viña 2020.
