Con la llegada del buen clima y el auge de correr y ejercitarse, muchos dueños de mascotas se entusiasman con la idea de compartir el running con su mejor amigo de cuatro patas: el perro.
Correr en conjunto no solo mejora la salud física y mental de ambos, sino que también fortalece el vínculo.
La revisión veterinaria de tu perro es clave para poder correr
Correr aporta múltiples beneficios como acondicionamiento físico, control de estrés y liberación de endorfinas en humanos.
Sin embargo, sumar a tu perro requiere un paso previo fundamental: una evaluación veterinaria.
«Correr con nuestro perro no solo favorece la salud física, mental y emocional de ambos, sino que también fortalece el vínculo entre humano y animal…», explica Masiel Gálvez, médico veterinaria de Purina.
La especialista advierte que «no es llegar y sacarlo a correr», ya que hay razas genéticamente más preparadas que otras.
¿Mi mascota puede correr?
Para garantizar la seguridad de tu compañero, hay consideraciones generales que debes tener en cuenta:
- Edad y desarrollo: La recomendación es esperar a que el perro alcance la madurez musculoesquelética, lo que ocurre generalmente entre los 12 y 18 meses de edad. Bajo ninguna circunstancia debes sacar a correr a cachorros.
- Raza y condición física: En general, la actividad es más adecuada para razas grandes, jóvenes, de hocico alargado y pelo corto. Las razas braquicéfalas (hocico chato) suelen tener más dificultades.
Entrenamiento seguro
Para que la experiencia de correr para tu perro sea segura, divertida y positiva, sigue estas recomendaciones:
- Chequeo Veterinario: Es el primer y más importante paso para garantizar el completo bienestar de tu animal.
- Clima Ideal: Evita el calor excesivo. La temperatura ambiente no debe superar los 20°C.
- Hidratación y Alimentación: Asegura una correcta hidratación. Nunca debes alimentar a tu perro justo antes o inmediatamente después de hacer ejercicio.
- Equipo Adecuado: Utiliza un arnés ergonómico que no limite los movimientos del perro. La correa debe ser flexible y ajustarse a la persona, idealmente con un cinturón para tener las manos libres.
- Progresión y Descanso: Los entrenamientos deben ser progresivos y siempre incluir descansos.
- Cuidado de Patas: Revisa las almohadillas con frecuencia y protégelas, especialmente en terrenos con altas temperaturas (como asfalto caliente).
Siguiendo estas sencillas pautas, salir a correr con tu mascota se convertirá en una experiencia compartida, saludable y divertida.
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