Con las celebraciones de Navidad y Año Nuevo en pleno desarrollo, la prioridad sanitaria en Chile se volcó hacia prevención de la influenza H3N2 o «supergripe».
Tras la confirmación hace unos días de la llegada del subclado K del virus al país, expertos refuerzan el llamado a no relajar las medidas de autocuidado durante las reuniones familiares y sociales.
Aunque la actividad del virus ha mostrado una baja general, el foco hoy está en proteger a los grupos más vulnerables frente a esta variante de rápida propagación que ya ha causado fuertes temporadas en el hemisferio norte.
¿Cómo disfrutar las fiestas sin riesgo de contagio de H3N2?
Nicolás Saá, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, UCSC, es enfático en que el autocuidado es la clave para estas fechas.
El especialista recomienda seguir estas directrices para evitar contagios masivos en las cenas de fin de año:
- Responsabilidad ante síntomas: «Es fundamental evitar asistir a reuniones sociales cuando se presentan síntomas respiratorios con fiebre», señala Saá. Un «resfrío» fuerte podría ser en realidad influenza H3N2.
- Ventilación de espacios: Dado que las cenas suelen reunir a muchas personas en un mismo lugar, mantener los ambientes ventilados es vital.
- Uso de mascarilla: Se recomienda su uso en lugares cerrados, transporte público o espacios de alta concurrencia.
- Higiene constante: Lavado de manos y uso de alcohol gel antes y después de los abrazos o de manipular alimentos.
Los síntomas de alerta
Es importante recordar que esta variante de influenza suele ser más sistémica e intensa que un resfrío común.
La alerta debe encenderse ante:
- Fiebre alta de inicio brusco.
- Dolores musculares generalizados y cefalea marcada.
- Tos seca persistente y sensación de decaimiento importante.
La variante en Chile
La detección del subclado K por parte del Ministerio de Salud se dio en un contexto de vigilancia activa.
Según explica Saá, aunque no hay evidencia de que esta cepa sea más letal, las temporadas dominadas por el tipo H3N2 suelen impactar con mayor fuerza a los adultos mayores, aumentando la presión sobre las camas de hospitalización.
«La vacunación sigue siendo la principal estrategia preventiva, ya que reduce significativamente la probabilidad de enfermedad grave, aun cuando el virus presente variaciones genéticas«, concluye el académico.
Recordatorio de grupos de riesgo
Si en su familia hay embarazadas, niños pequeños, personas con enfermedades crónicas (diabetes, cardíacas) o adultos mayores, las medidas de prevención anteriores deben extremarse, ya que en ellos el virus puede evolucionar rápidamente hacia una neumonía.
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