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Este jueves, el Ministerio de Salud confirmó la llegada del subclado K de influenza A(H3N2) a Chile.
La también llamada «supergripe», es una variante del virus H3N2. Esta se caracteriza por su alta capacidad de contagio y por «evadir» la respuesta inmune de vacunas actuales, lo que genera brotes más extensos.
«Este hallazgo era esperado dado el comportamiento epidemiológico global del virus y se produce en un contexto de descenso sostenido de la actividad de influenza en Chile», informaron.
No sólo eso, el brote de esta nueva variante del virus, logró un récord de saturación en hospitales del hemisferio norte. Donde, incluso, se ha implementado el retorno al uso de mascarilla en algunas unidades médicas, consigna La Tercera.
Influenza H3N2: Síntomas y grupos de riesgo
De acuerdo a especialistas, los principales síntomas de la «supergripe» son:
- Fiebre alta (sobre 38 °C)
- Tos seca persistente (hasta dos semanas)
- Dolor de garganta
- Dolores musculares y corporales
- Fatiga severa
- Dolor de cabeza
- Congestión nasal
- Escalofríos y sudoración
Quienes se contagien el virus, presentarán mejoras en su salud en una semana.
No obstante, los casos más graves pueden desarrollar complicaciones como neumonía bacteriana, infecciones de oído o empeoramiento de enfermedades crónicas (asma, diabetes, insuficiencia cardíaca).
En esa línea, los grupos de riesgo ante el A(H3N2) son:
- Mujeres embarazadas (segundo y tercer trimestre)
- Niños menores de 5 años
- Adultos mayores de 65 años
- Personas con enfermedades crónicas: cardíacas, pulmonares, renales, hepáticas, metabólicas, neurodesarrollo o relacionadas con la sangre.
Recomendaciones de la OPS
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) entregó una serie de medidas para prevenir el contagio.
Estas son:
1. Vigilar estrechamente la evolución del virus (vigilancia genómica)
2. Mantener una alta cobertura de vacunación
3. Tratar oportunamente los casos y asegurar la preparación ante una posible actividad temprana o más intensa durante la temporada 2025-2026.
4. Adultos mayores y personas con factores de riesgo deben recibir la vacuna contra la influenza con el fin de protegerse individualmente y reducir la presión sobre los servicios de salud, en particular los de hospitalización.