Agencia UNO
Un grave crímen se encuentra siendo investigado por la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente.
A partir de los antecedentes entregados por T13, Bernarda Morales de 45 años y su pareja, Arturo, fueron brutalmente asesinados el 15 de septiembre de 2023. Los restos de las víctimas fueron encontrados el 8 de noviembre de ese mismo año cerca de la Ruta 68, en el sector de Claudio Arrau con Isla Portezuelo.
Según el reportaje, el crimen habría ocurrido en una vivienda usurpada, utilizada como centro de acopio y venta de drogas.
Benjamín Bordillo Catrimán es el principal sospechoso, quien habría expulsando al propietario, un hombre con problemas de adicción, a una pieza secundaria.
La otra involucrada es Camila, pareja de Benjamín y sobrina de una de las víctimas: Arturo.

El presunto primer caso de canibalismo en Chile
Pero eso no fue lo peor. Viviana, una vecina del sector, relató los macabros hechos que ocurrieron en el inmueble.
«Nosotros la primera vez que llamamos a Carabineros fue por los gritos que pegó la Bernarda y el Arturo… en esta casa secuestraron a mucha gente», señaló.
Ahí, lanzó el inédito detalle que confirmó el primer caso de canibalismo en la historia criminal del país.
«Como dos asados hicieron… una que era así como un pedazo de torso y otro que yo no alcancé a ver el otro asado. Pero era carne de una persona».
Además, detalló que el olor se sentía en todas las casas del sector.
Escalofriantes detalles
Sin embargo, la investigación del crimen dio un vuelco luego de una llamada telefónica.
Catherine Saelzer, hija de Bernarda, fue contactada por los imputados y confirmó el paradero de los restos de la pareja.
«El Benja los tenía ahí, los tenía secuestrados y les pegaba. Después se le pasó por la mente. Al Arturo lo degolló entero… A ella también, todo lo mismo. Están los dos (enterrados) ahí», consigna T13.
«La tuvieron enterrada en la casa, en la parte de adelante del patio, después ya la desenterraron y la asaron en la parrilla. Justo para el 18 de septiembre, entonces varias personas comenzaron a sentir el mal olor porque ya era carne descompuesta», continuó.
«A mi mamá me la asaron, me la descuartizaron, después la enterraron en el patio, después la llevaron a otro lugar. Le faltan partes de su cuerpo (…) mi mamá no está entera, no están sus partes enteras, le faltan hartas», sentenció Catherine, pidiendo justicia.
Los victimarios
Benjamín Bordillo y los involucrados arriesgan pena perpetua, solicitada por la Fiscalía. Esto, a excepción de Camila, quien era menor de edad al momento del crimen y enfrentaría una pena de hasta 10 años de internación provisoria.
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