Las comparaciones son inevitables entre el perro y el gato; mientras los perros suelen ser más extrovertidos, los gatos son conocidos por su carácter independiente, pero hay algo que sí debes diferenciar: su alimento.
Sin embargo, la verdadera diferencia entre ambos está en su alimentación: los felinos requieren una dieta con mucho más contenido proteico que los canes.
Los alimentos para gatos suelen contener entre 30% y 45% de proteínas, mientras que el alimento para perros tiene entre 20% y 30%.
La razón está en el metabolismo felino.
“En los gatos, las proteínas son su principal fuente de energía. En cambio, el perro puede obtener energía de una variedad más diversificada de fuentes, como proteínas, carbohidratos y grasas”, explica Gabriel López, médico veterinario y Director Técnico de Fit Formula.
El metabolismo felino y el alimento ideal para tu gato
El hígado de los gatos siempre está activo para metabolizar aminoácidos y así obtener energía.
Esto les permite mantener funciones esenciales como el crecimiento muscular, la renovación celular, la salud del sistema nervioso, el desarrollo del pelaje y sus actividades naturales como correr, trepar o saltar.
Carnívoros estrictos
Un gato adulto necesita al menos 25% de proteínas en su dieta, aunque lo ideal es que consuma entre 30% y 40%.
Para elegir bien el alimento, los tutores deben revisar la etiqueta y asegurarse de que las fuentes de proteína animal (carne, ave o pescado) estén en las primeras posiciones de la lista de ingredientes.
“El gato es carnívoro estricto. Su dieta debe basarse principalmente en proteína animal. El alimento seco intenta imitar su dieta natural en estado salvaje: pequeños roedores, aves, insectos o huevos. Por eso es rico en proteínas, moderado en grasas y bajo en carbohidratos”, explica López.
Riesgos de una mala alimentación
El experto advierte que si se tienen perros y gatos en casa, el felino no debe comer alimento para perros, especialmente si es de baja calidad, pues no cubrirá sus requerimientos proteicos.
Una dieta deficiente en proteínas puede causar:
- Pérdida de masa muscular.
- Sistema inmune debilitado.
- Pelaje opaco.
- Problemas cardíacos.
- Pérdida de visión por falta de taurina, un aminoácido esencial que el gato no produce por sí solo.
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