Instagram @nataliaarenitarodriguez
Natalia Rodríguez, más conocida como “Arenita”, preocupó seriamente a sus seguidores luego de revelar en redes sociales que fue hospitalizada de urgencia en Dinamarca. Aparentemente, se debió a una infección en la glándula parótida.
La exintegrante del recordado programa juvenil “Yingo” compartió cada etapa de su malestar a través de sus historias de Instagram, donde mostró la evolución del dolor que venía sintiendo desde hace varios días.
Todo comenzó con un extraño dolor facial
Hace algunos días, Arenita comentó a sus seguidores que sentía una molestia persistente en su rostro, especialmente en la zona de la mandíbula. Algunas personas le recomendaron realizarse masajes faciales, los que inicialmente aliviaron el dolor.
Sin embargo, el pasado viernes, Natalia volvió a experimentar un fuerte dolor mandibular, por lo que decidió acudir a un hospital en Dinamarca, país donde reside actualmente, de acuerdo con el medio La Cuarta.
A «Arenita» le detectaron una posible inflamación de la glándula parótida. Esta fue causada, según explicó, por “una piedrita dentro” del conducto, lo que habría generado una infección.
Tratamiento con antibióticos… que no funcionó
Aunque comenzó un tratamiento con antibióticos recetados, Natalia no mostró signos de mejoría. A través de un video, evidenció la diferencia de tamaño entre ambos lados de su rostro, demostrando visiblemente la hinchazón:
“Así voy pal… esta es la parte normal de mi cara y esta parte de acá es la diferencia”, comentó, con humor pese al malestar.
Preocupada por la falta de mejoría, volvió a comunicarse con el hospital, donde le indicaron que debía esperar al menos tres días para que el tratamiento hiciera efecto. Pero Arenita fue clara: “Yo veo que no pasa nada”.
Instagram @nataliaarenitarodriguez
Finalmente, quedó internada
Este lunes, Natalia Rodríguez confirmó en sus historias que fue finalmente hospitalizada por una infección, preocupando aún más a sus fanáticos. Sin embargo, se tomó la situación con su clásico estilo relajado, asegurando que incluso dentro del hospital, no perdió el sentido del humor:
“La parte de hablar danés en morfina recomiendo no saltársela”, escribió con una sonrisa, aludiendo al choque cultural y lingüístico que vive en su país de residencia.
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