Chino Ríos y su matrimonio con Kenita Larraín: «Nunca existió»

Chino conversó en 'De tú a tú' con Martín Cárcamo, en donde también se refirió a la posibilidad de tener un hijo homosexual.

Chino Ríos

Este jueves, el nuevo invitado a ‘De tú a tú’, el programa de conversación de Martín Cárcamo, fue Marcelo ‘Chino’ Ríos. En esta oportunidad, y tal como es habitual en el espacio de Canal 13, el histórico tenista nacional reveló detalles desconocidos de su vida privada.

Desde su hogar en Sarasota, Florida, Chino se refirió a su etapa deportiva, pero también tuvo palabras para hablar sobre sus relaciones amorosas. Sobre esto último, el exnúmero 1 del mundo conversó en específico de sus matrimonios, entre los que está el vínculo con Kenita Larraín.

Sobre este matrimonio que se vio en el año 2005, Marcelo Ríos tuvo claras, aunque duras palabras. Según comentó en esta conversación con el ‘Rubio Natural, el se casó con la ahora numeróloga por «calentura».

«Lo que yo he dicho siempre es que fue una cuestión de calentura. Mi matrimonio con la Kena nunca existió, no fue un matrimonio…», dijo Ríos en el programa de la señal privada.

Para él, el hecho de estar casados por tan poco tiempo solo significa que no existe tal matrimonio. «Matrimonio de tres meses no lo cuento como un matrimonio», mencionó.

Pero para Marcelo Ríos, este momento con Kenita igualmente significó algo en su vida, lo que ahora comenta. «Fue una etapa en que me sirvió para darme cuenta de que hay relaciones malas y de que hay gente mala también», sentencia.

Marcelo Ríos y la posibilidad de tener un hijo homosexual

Pero otro tema que fue comentado por Marcelo Ríos en su participación en ‘De tú a tú‘ fue la posibilidad de tener un hijo homosexual. 

Luego de que Martín Cárcamo le preguntara cómo reaccionaría él si uno de sus hijos le confiesa que es homosexual, Chino Ríos respondió: «Tendría que apoyarlo, no me quedaría de otra».

A eso, Marcelo agregó: «Me costaría, no lo niego. No estoy preparado, pero creo que sería lo suficientemente maduro y tratar de entenderlo y de que existe. Existe y le puede tocar a cualquiera y está bien, pero ¿qué me guste y me agrade? No me agrada».

Para concluir, señaló: «Yo no lo tomo como una enfermedad, pero me costaría aceptarlo, obviamente que me costaría, no es una cosa fácil para mí».


Contenido patrocinado

Ahora escuchas